
Sabes, parece que ya te conocía
tengo ese presentimiento
de que ya me había enamorado de ti
eras esa cabellera tras el vidrio
del metro que iba en dirección contraria
puedo sentirlo
puedo oler el mismo perfume de
cuando chocaste conmigo hace un año atrás
en el paseo más transitado de Santiago
estoy seguro que eras ella
la que me sonreía en el paradero
la que me dejó una flor en mi puerta
la que me hizo llegar un chocolate
la que sonrió y se fue
el día menos pensado
me tomaste de la mano
yo tomé tu cara con mis manos duras
y temblábamos de nervios
de nervio de saber que por fin
nos encontramos
y que todo lo que pensé
era cierto.
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